Recuerdos de entonces.
Recuerdo vivamente ese jueves 20 de diciembre de 1.973; amaneció un día frío y desapacible del inmediato invierno madrileño.El día se presentaba, laboralmente, “duro”, como nos había anticipado la víspera Fernando, nuestro Director de Personal; en efecto, el jueves 20 se celebraba en Madrid el proceso 1001/72 del Tribunal de Orden Público, contra significados miembros de la dirección del sindicato clandestino Comisiones Obreras (entonces la UGT no existía); un año antes, el 24 de junio de 1972, la dirección de Comisiones Obreras, entre ellos el histórico Marcelino Camacho, recientemente fallecido, fue detenida en el convento de los Oblatos de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde se encontraba reunida; permanecieron encarcelados hasta la celebración del juicio, más de un año después. Este tuvo finalmente lugar los días 20, 21 y 22 de diciembre de 1973.
Se saldó con la condena a prisión de toda la dirección del sindicato Comisiones Obreras acusados de ser dirigentes de una organización ilegal por su presunto vínculo con el Partido Comunista de España, lo que sería un claro caso de asociación ilícita.
Ante este escenario, no es de extrañar que Fernado, nuestro llorado Director de Personal nos comunicara: “He hablado con los directores de las fábricas y me transmiten su preocupación porque mañana esperan paros, como mínimo parciales, así como asambleas manifestando su solidaridad y protesta por lo del proceso 1001 . Los jurados de empresa, todos de Comisiones, así se lo habían transmitido.
¿Y aquí en la Oficina Central, Fernando?, preguntamos por preguntar, pues de sobra sabíamos que allí nunca pasaba nada.
Llegó el jueves y nada mas entrar a mi despacho, me aborda, muy agitado, Pepe, que me dice: Don Javier, Don Javier, ¡¡qué horror!! ¿no sabe lo que ha pasado hace cinco minutos?
Ni idea, Pepe; cuénteme, por favor.
Pepe era un curioso y singular empleado administrativo, ya mayor, que siempre estaba con su pequeño transistor y me mantenía al tanto de los principales acontecimientos de la actualidad , generalmente dramáticos. Pepe, poseía la doble condición de ser “enlace sindical” y al propio tiempo pequeño accionista de la Compañía, situaciones ambas que le proporcionaba una fluida relación con ”Personal” y que motivaban que se le dirigieran frecuentes chanzas cuando se excedía en su labor reivindicativa de sindicalista, precisamente por esa su “doble condición” .
Lo que había pasado era, ni más ni menos, que “ el coche de Carrero, con el Almirante y sus ayudantes dentro, había volado por los aires, con resultado de los tres muertos”.
Las primeras noticias segun Radio Nacional, es que se “trataba de una explosión, de origen desconocido, probablemente de gas”.
Recuerdo que Pepe me dijo: “éstos se creen que somos tontos, ésto ha sido un bombazo de los comunistas por lo del proceso 1001 ése”.
Y efectivamente, por idiotas nos tuvieron durante mas de dos horas, creo recordar, hasta que salió el vicepresidente del Gobierno, y presidente en funciones de acuerdo con la LOE, Torcuato Fernandez - Miranda declarando que había sido “un criminal atentado de la banda terrorista Eta” y que “la tranquilidad era absoluta en toda España”.
Sin embargo, la tensión en el ambiente era tan espesa que se mascaba literalmente la preocupación por lo que pudiera ocurrir.El silencio, en los despachos y naves y la sorprendente interrupción y dificultad para recibir y cursar llamadas telefónicas durante mas de media hora contribuyó a aumentar la confusión del momento.
Poco a poco iban llegando noticias con detalles del trágico suceso y la televisión en el telediario del mediodía ya emitió imágenes de la zona con un enorme socavón en el pavimento, no causado precisamente por una explosión de gas, aunque, curiosamente, en muchas imágenes aparecía todavía una furgoneta con el logotipo de GasMadrid.......
En definitiva, resultó un día mucho más duro que lo pronosticado por nuestro querido Fernando (qepd); y también, como se verá, de mucha mayor trascendencia para el futuro de España y de los españoles.
Consideraciones generales sobre el magnicidio.
Han pasado 37 años del asesinato del que fuera primer Presidente del Gobierno de Franco y de sus fieles acompañantes, el policía de escolta Juan Antonio Bueno Fernández y el conductor José Luis Perez Mogena. Hoy día muy pocos españoles recuerdan y otros muchos ni apenas saben quién fue este personaje, cuyas acendradas virtudes morales y religiosas destacan, hoy más que nunca, en un entorno en el que la ausencia de principios y valores es la característica que define, junto con su incompetencia y sectarismo a la mayoría de nuestra actual clase política.
Considero de justicia recordar, tanto su figura de hombre honesto, profesional riguroso y fiel a su conciencia, como la trascendencia histórica de su obra.
Lo que resulta indudable es que el asesinato de Carrero cambió de forma radical la llamada “transición” española tal y como estaba pensada por Franco: “todo quedará atado y bien atado”, repetía el General.
Nadie duda que con el Almirante Carrero como Presidente del Gobierno pilotando la transición todo hubiera sido distinto; ¿mejor? ó ¿peor? nadie podrá demostrarlo , además de que ese ejercicio nos adentraría en el terreno de la historia-ficción; podemos hacer las hipótesis que queramos pero no dejarán de ser eso: simples hipótesis. El hecho incontrovertible es que su asesinato dio lugar al comienzo de una nueva etapa de la Historia de ESPAÑA.
Resulta ser un hecho indudable que el brazo ejecutor del asesinato fue un comando de ETA; lo que no está suficientemente aclarado pues quedan sin despejar numerosos interrogantes, es si existió toda una oscura trama que indujo a los asesinos a ejecutar el magnicidio.
El comando ejecutor que asesinó a Carrero estaba formado por cinco terroristas: todos ellos fueron detenidos, juzgados y encarcelados , en su día y despues, en 1977, incomprensiblemete amnistiados.Uno de ellos murió en 2.008 de muerte natural; otro, el Argala, voló por los aires en Francia, el 21 de diciembre de 1978, en un atentado de características similares al que él ejecutó contra el Almirante; ya se sabe lo que dice el Evangelio (Mateo, 26,52):" los que empuñan la espada, perecerán a espada".
La organización terrorista ETA sigue existiendo hoy, cincuenta años después de su nacimiento, y además está instalada, para vergüenza y oprobio de los españoles de bien, en algunas instituciones del Estado (algunos ayuntamientos en las provincias vascongadas), cobrando los asesinos, unos salarios que pagamos mediante nuestros impuestos todos los españoles; además, el actual Gobierno tiene abierto todavía un llamado “proceso de paz”, existiendo negociaciones en curso, siempre negadas, con los partidos afines a Eta para que ésta pueda volver a presentarse a las próximas elecciones municipales y autonómicas del año 2.011, e incluso a las legislativas de 2.012 mediante cualquier trampa legal.
El tiempo nos dirá cómo acaba todo este proceso negociador, pero tanto para las olvidadas víctimas del terrorismo como para todos los españoles de bien, todo lo que no sea derrotar a ETA y exigirle su rendición mediante la entrega de sus armas se verá como una traición a los miles de héroes que murieron asesinados.
F. JAVIER.
Nota: Remito al lector a otros dos artículos sobre el Alm. Carrero, publicados en estblog en fechas 19/12/09 y 18/12/08
Recuerdo vivamente ese jueves 20 de diciembre de 1.973; amaneció un día frío y desapacible del inmediato invierno madrileño.El día se presentaba, laboralmente, “duro”, como nos había anticipado la víspera Fernando, nuestro Director de Personal; en efecto, el jueves 20 se celebraba en Madrid el proceso 1001/72 del Tribunal de Orden Público, contra significados miembros de la dirección del sindicato clandestino Comisiones Obreras (entonces la UGT no existía); un año antes, el 24 de junio de 1972, la dirección de Comisiones Obreras, entre ellos el histórico Marcelino Camacho, recientemente fallecido, fue detenida en el convento de los Oblatos de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde se encontraba reunida; permanecieron encarcelados hasta la celebración del juicio, más de un año después. Este tuvo finalmente lugar los días 20, 21 y 22 de diciembre de 1973.
Se saldó con la condena a prisión de toda la dirección del sindicato Comisiones Obreras acusados de ser dirigentes de una organización ilegal por su presunto vínculo con el Partido Comunista de España, lo que sería un claro caso de asociación ilícita.
Ante este escenario, no es de extrañar que Fernado, nuestro llorado Director de Personal nos comunicara: “He hablado con los directores de las fábricas y me transmiten su preocupación porque mañana esperan paros, como mínimo parciales, así como asambleas manifestando su solidaridad y protesta por lo del proceso 1001 . Los jurados de empresa, todos de Comisiones, así se lo habían transmitido.
¿Y aquí en la Oficina Central, Fernando?, preguntamos por preguntar, pues de sobra sabíamos que allí nunca pasaba nada.
Llegó el jueves y nada mas entrar a mi despacho, me aborda, muy agitado, Pepe, que me dice: Don Javier, Don Javier, ¡¡qué horror!! ¿no sabe lo que ha pasado hace cinco minutos?
Ni idea, Pepe; cuénteme, por favor.
Pepe era un curioso y singular empleado administrativo, ya mayor, que siempre estaba con su pequeño transistor y me mantenía al tanto de los principales acontecimientos de la actualidad , generalmente dramáticos. Pepe, poseía la doble condición de ser “enlace sindical” y al propio tiempo pequeño accionista de la Compañía, situaciones ambas que le proporcionaba una fluida relación con ”Personal” y que motivaban que se le dirigieran frecuentes chanzas cuando se excedía en su labor reivindicativa de sindicalista, precisamente por esa su “doble condición” .
Lo que había pasado era, ni más ni menos, que “ el coche de Carrero, con el Almirante y sus ayudantes dentro, había volado por los aires, con resultado de los tres muertos”.
Las primeras noticias segun Radio Nacional, es que se “trataba de una explosión, de origen desconocido, probablemente de gas”.
Recuerdo que Pepe me dijo: “éstos se creen que somos tontos, ésto ha sido un bombazo de los comunistas por lo del proceso 1001 ése”.
Y efectivamente, por idiotas nos tuvieron durante mas de dos horas, creo recordar, hasta que salió el vicepresidente del Gobierno, y presidente en funciones de acuerdo con la LOE, Torcuato Fernandez - Miranda declarando que había sido “un criminal atentado de la banda terrorista Eta” y que “la tranquilidad era absoluta en toda España”.
Sin embargo, la tensión en el ambiente era tan espesa que se mascaba literalmente la preocupación por lo que pudiera ocurrir.El silencio, en los despachos y naves y la sorprendente interrupción y dificultad para recibir y cursar llamadas telefónicas durante mas de media hora contribuyó a aumentar la confusión del momento.
Poco a poco iban llegando noticias con detalles del trágico suceso y la televisión en el telediario del mediodía ya emitió imágenes de la zona con un enorme socavón en el pavimento, no causado precisamente por una explosión de gas, aunque, curiosamente, en muchas imágenes aparecía todavía una furgoneta con el logotipo de GasMadrid.......
En definitiva, resultó un día mucho más duro que lo pronosticado por nuestro querido Fernando (qepd); y también, como se verá, de mucha mayor trascendencia para el futuro de España y de los españoles.
Consideraciones generales sobre el magnicidio.
Han pasado 37 años del asesinato del que fuera primer Presidente del Gobierno de Franco y de sus fieles acompañantes, el policía de escolta Juan Antonio Bueno Fernández y el conductor José Luis Perez Mogena. Hoy día muy pocos españoles recuerdan y otros muchos ni apenas saben quién fue este personaje, cuyas acendradas virtudes morales y religiosas destacan, hoy más que nunca, en un entorno en el que la ausencia de principios y valores es la característica que define, junto con su incompetencia y sectarismo a la mayoría de nuestra actual clase política.
Considero de justicia recordar, tanto su figura de hombre honesto, profesional riguroso y fiel a su conciencia, como la trascendencia histórica de su obra.
Lo que resulta indudable es que el asesinato de Carrero cambió de forma radical la llamada “transición” española tal y como estaba pensada por Franco: “todo quedará atado y bien atado”, repetía el General.
Nadie duda que con el Almirante Carrero como Presidente del Gobierno pilotando la transición todo hubiera sido distinto; ¿mejor? ó ¿peor? nadie podrá demostrarlo , además de que ese ejercicio nos adentraría en el terreno de la historia-ficción; podemos hacer las hipótesis que queramos pero no dejarán de ser eso: simples hipótesis. El hecho incontrovertible es que su asesinato dio lugar al comienzo de una nueva etapa de la Historia de ESPAÑA.
Resulta ser un hecho indudable que el brazo ejecutor del asesinato fue un comando de ETA; lo que no está suficientemente aclarado pues quedan sin despejar numerosos interrogantes, es si existió toda una oscura trama que indujo a los asesinos a ejecutar el magnicidio.
El comando ejecutor que asesinó a Carrero estaba formado por cinco terroristas: todos ellos fueron detenidos, juzgados y encarcelados , en su día y despues, en 1977, incomprensiblemete amnistiados.Uno de ellos murió en 2.008 de muerte natural; otro, el Argala, voló por los aires en Francia, el 21 de diciembre de 1978, en un atentado de características similares al que él ejecutó contra el Almirante; ya se sabe lo que dice el Evangelio (Mateo, 26,52):" los que empuñan la espada, perecerán a espada".
La organización terrorista ETA sigue existiendo hoy, cincuenta años después de su nacimiento, y además está instalada, para vergüenza y oprobio de los españoles de bien, en algunas instituciones del Estado (algunos ayuntamientos en las provincias vascongadas), cobrando los asesinos, unos salarios que pagamos mediante nuestros impuestos todos los españoles; además, el actual Gobierno tiene abierto todavía un llamado “proceso de paz”, existiendo negociaciones en curso, siempre negadas, con los partidos afines a Eta para que ésta pueda volver a presentarse a las próximas elecciones municipales y autonómicas del año 2.011, e incluso a las legislativas de 2.012 mediante cualquier trampa legal.
El tiempo nos dirá cómo acaba todo este proceso negociador, pero tanto para las olvidadas víctimas del terrorismo como para todos los españoles de bien, todo lo que no sea derrotar a ETA y exigirle su rendición mediante la entrega de sus armas se verá como una traición a los miles de héroes que murieron asesinados.
F. JAVIER.
Nota: Remito al lector a otros dos artículos sobre el Alm. Carrero, publicados en estblog en fechas 19/12/09 y 18/12/08
3 comentarios:
"Los que empuñan la espada, pereceran a espada", Mateo 26,52...No siempre, Jeugenio, Franco la cascó en La Paz, rompiendo la máxima evangélica. En cambio, con su mano derecha y a la vez, compinche del dictador, el sr Carrero, si se cumplió.
Tanto aquellos, los militares vencedores de una repugnante guerra civil, como la castaza política de ahora, que nos secuestraron la democracia y son tan dictadores como aquellos !Y tan asesinos!..ahí está el 11M, merecen que les apliquen sin excepción, la máxima pena con todas sus agravantes.
Queridoi amigo Charneguet:
Soy un asiduo seguidor de tu blog y coincido con muchos de tus criterios.
Considero que tanto la figura de Franco como la de Carrero pertenecen a la historia que juzgará a ambos con una independencia de criterio que nosotros no tenemos.
En el tema del asesinato de Carrero, lo que no cabe duda es que jamás podemos equiparar a los asesinos de ETA con sus victimas y la sentencia de Mateo, 26,52, es equitativa, justa y saludable; es mas yo lo expresaría mas fuerte: El que a hierro mata a hierro muere.
Siempre estare con las victimas, nunca con sus asesinos.
Hay un aspecto en el asesinato de Carrero que suele pasar desapercibido. De entrada no supuso grandes cambios en la cosa; cerrado un camino se abrió otro. Pero hay algo tenebroso: produjo en la izquierda una especie de agradecimiento a ETA, algo así como un reconocer que había hecho lo que ellos nunca habrían hecho por su brutalidad. ETA salía aureolada del envite. La izquierda tardó muchos, muchos años en perder ese sentimiento de respeto hacia la que al mismo tiempo calificaban de banda armada.
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