Los primeros frutos del viaje de Zapatero a Japón: Sony cierra su única planta en España.
El presidente del Gobierno ha viajado al fin -después de varios aplazamientos- a China y a Japón, en un intento de rescatar de la memoria a la olvidada Asia, que es sin embargo adelantada del desarrollo y de las nuevas tecnologías.
En Japón, Rodríguez Zapatero ha establecido semejanzas entre los "milagros económicos" respectivos, como si España tuviera también el 5% de desempleo que luce el país del imperio del Sol Naciente.
Bien está el viaje, que remedia vacíos inadmisibles y pone la primera piedra de una relación que ya debería ser estrecha y vital. En todo caso, si tras las visitas no se intensifican la presencia diplomática y el interés de los Ministerios económicos, el esfuerzo habrá servido de poco. Aunque al menos la opinión pública de los dos países asiáticos se habrá familiarizado un poco más con la lejana España,
de la que apenas conocen los toros, el flamenco, la selección de fútbol y a Rafa Nadal.
Reducir el déficit
Dicen los periodistas que acompañan a ZP en su visita al Lejano Oriente que el presidente está exultante, que manifiesta el mismo gozo que experimentaría si hubiera descubierto en persona las Indias Occidentales. Con ese voluntarismo impenitente que tanto exhibe, cree que ha conquistado el corazón de chinos y japoneses, por lo que a partir de ahora sólo resta esperar que se reduzca el abultadísimo déficit que mantenemos con los dos países, que se centupliquen los turistas de aquella procedencia y que lluevan las inversiones cruzadas.
El optimismo ha provocado siempre el recelo de los intelectuales, pero es contagioso y a buen seguro muchos ciudadanos esperan ya señales inequívocas de que la relación de China y Japón con España se activa vertiginosamente, una vez que sus mandatarios respectivos han cedido al encanto y a la capacidad de persuasión de ZP. Y sin embargo, ¡oh sorpresa!, una noticia infausta ha caído hoy mismo como una losa sobre estas bellas expectativas. Así lo explica la agencia Europa Press:
"La multinacional japonesa Sony dejará de producir en España con el cierre de su fábrica de televisores de Viladecavalls (Barcelona) y en la que actualmente trabajan 1.030 personas, [...] La planta todavía producirá televisores LCD durante un tiempo. Tras el cese de actividad, las instalaciones se proyectan traspasar a la empresa de componentes de automoción Ficosa y la de construcción y energía Comsa-Emte, que las adecuarán paulatinamente a sus negocios [...]Sony ya vendió en marzo su almacén de Castellar del Vallès (Barcelona) al fondo de inversión Praedium. En ese caso, subrogó los 96 empleados del centro al operador logístico Compañía Europea de Prestación Logísticas (CEPL), como distribuidor Sony para España y Portugal".
En otras palabras, la multinacional Sony se ha ido de España, y apenas ha dejado aquí una red de venta y distribución. Había que haber ido a Japón mucho antes, para prevenir estas deslocalizaciones que se veían venir, a pesar de que el mercado español es una mina de oro para Sony, que vende aquí televisores a espuertas.
Una vez más, hemos llegado tarde. Y esa tardanza retrata las carencias de un Gobierno que nunca ha tenido claras sus preferencias y ha hecho gala de un tercermundista sentido de la improvisación.
1 comentario:
Zapatero no és que usted se ha confundido o se haya confundido és que la política se va a pique
La crisis ha traído esta desconfianza
No usted como gobernante
Los hijos no creen en los padres y los padres no creen en los hijos
Somos todos y cada una criaturas extrañas ajenas somos cada uno un alien para cada uno por esto existe el mito extraterrestre ajeno a todo lo de los demás del resto
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