domingo, 20 de junio de 2010

Paralelismos en la historia económica.


En el blog amigo http://tellagorri.blogspot.com aparece hoy, 20/06/2010,un interesante artículo firmado por Tellagorri,  titulado:

En aquel entonces.........


Por mi parte, he publicado también hoy en dicho blog un comentario a dicho artículo haciendo algun paralelismo con las consecuencias de la llegada a ESPAÑA del oro de América en los siglos XVI y siguientes.


Tellagorri, como buen historiador que es, finalmente, responde a mis observaciones, coincidiendo con ellas y explicando cómo efectivamente se malgastó dicho oro por el mal gobierno que entonces, como ahora, esquilma nuestra pobre ESPAÑA. 

A continuación reproduzco debidamente identificados los tres artículos citados:



1) Post inicial reproducido del blog deTellagorri:


Dice el escritor Felipe Benitez Reyes que se acabó la fiesta. Y que todas las fiestas se acaban, claro está, lo que no impide que todo final de fiesta provoque resacas. 
En España, la fiesta de la prosperidad duró lo suficiente como para que nos acostumbrásemos a la vida fácil, de igual modo que ahora tendremos que ir acostumbrándonos a la vida difícil, porque se ve que esto va de péndulo. 

Se acabó la fiesta y vienen las nostalgias.
Nostalgias, por ejemplo, de aquellos tiempos irrepetibles en que los bancos te enviaban cheques que podías hacer efectivos al instante, sin necesidad de avales ni de avalistas, e incluso te proporcionaban sugerencias para gastar el importe: la primera comunión de tu hijo, el crucero que siempre quisiste hacer, la reforma de la cocina. 
Porque en aquel entonces los bancos parecían no sólo entidades filantrópicas, sino incluso paternales: te ofrecían dinero sin tú pedírselo, y llegabas a pensar que en los consejos de administración de los bancos se habían infiltrado los de Cáritas, los de Intermon y los sobrinos nietos de la madre Teresa de Calcuta, porque aquello era un conceder descompasado, y parecía que los bancos tenían tantísimo dinero, que no les cabía en la caja fuerte, de modo que no les quedaba más remedio que echar fuera el excedente cuanto antes, y a espuertas: allá va.

Nostalgias de aquellos tiempos, cómo no, en que los aristócratas y los terratenientes recibían subvenciones para cultivar sus latifundios o para dejarlos en barbecho, porque había subvenciones para ambas modalidades. 

Nostalgias de aquellos tiempos en que cualquier pelanas de ujier o conserje de Ministerio tenía un coche oficial a la puerta de su casa para llevarlo a cumplir sus misiones peligrosas. 

Nostalgias de aquella época en que un 'lehendakari' podía alquilar un avión privado con cargo al presupuesto para dar una conferencia en Irlanda, porque se ve que allí no pueden vivir sin eso. 

Nostalgias de aquella edad de oro de ley en que, después de cualquier tontada institucional ( aunque fuera en el Ayuntamiento de Pichafrías de Rascayú), llegaban las gambas y la caña de lomo, el jamón y el tinto de reserva, porque habíamos llegado a tal extremo de prosperidad que cualquier cosa parecía una boda. 

Nostalgias de aquellas bodas imperiales que se financiaban con los préstamos personales que regalaban los bancos. Nostalgias de aquellas primeras comuniones que parecían bodas imperiales. 
De ser nuevos ricos, hemos pasado a convertirnos en nuevos pobres. Y cada cosa tiene sus ventajas y sus inconvenientes: ser un nuevo rico es una catetada, pero ser un nuevo pobre es una putada, sobre todo si ya ha pasado uno por la experiencia inenarrable de ser un nuevo rico. 

Se acabó la fiesta, en fin, y hemos vuelto a la realidad. Y ante la realidad, cuando viene cruda, no se fantasea: se sobrevive. Y en eso estamos : "en aquel entonces..."

Tellagorri.



2) Comentario de FJEugenio al mismo:


La breve pero intensa bonanza económica que ha vivido ESPAÑA en los últimos años, hasta el comienzo de la enorme crisis que comenzó a admitirse hace unos dos años, fué debida en gran parte segun muchos expertos en la cosa económica a la ingente inyección de millonaria de euros que nos envió la U.E.
Al parecer y segun muchos entendidos dicha multimillonaria ayuda no fue aprovechada todo lo racional y eficientemente que hubiera sido menester dado que se aplicó en gran medida a actividades especulativas y muy poco a la creación de verdadera y real riqueza y prácticamente nada a la inversión en actividades de fomento de la investigación y desarrollo para la mejora de nuestra productividad que continúa siendo inferior a la de nuestros colegas-competidores europeos.
Esta situación me recuerda, mutatis mutandi, a la ESPAÑA del siglo de oro, cuando como consecuencia del DESCUBRIMIENTO llegaban a puertos españoles galeones atiborrados de oro de AMÉRICA.
¿Qué hicieron los gobernantes de la época?
¿Aprovecharon esa copiosa inyección de oro para crear verdadera riqueza y modernizar ESPAÑA?
¿ O más bien emprendieron locas carreras de gasto, guerras costosisimas y compras de bienes en Europa favoreciendo que allí floreciera una incipiente industria y una banca potente que solamente contribuyó al desarrollo de nuestros competidores actuales?
Amigo Tellagorri, tu eres un gran conocedor de la historia ¿podrías dedicar unos minutos a comentar y aclarar estas preguntas que modestamente he pergeñado al hilo de tu artículo de hoy, brillante como todos los tuyos?
Muchas gracias.

F.J Eugenio


3) Respuesta de Tellagorri:


Es, a mi criterio, tal como lo explicas tú : la inmensa riada de euros de la UE, acompañada a la golfería de los Bancos y la tontunada de los consumidores.

Soy un modesto conocedor de Historia pero la semejanza que haces con los galeones de oro de América es muy exacta.

De aquel oro un tercio se lo quedaban, en el trayecto entre los galeones y la Contaduría de Sevilla, unos cuantos golfos que incluía a aristócratas, poderosos comerciantes y la canalla de navajeros y demás morralla. De esto sabe mucho Arturo Perez Reverte que en alguna de sus novelas lo explica muy bien.

Otro tercio servía para que los poderosos cortesanos del Rey pudieran mantener su nivel de vida y sus boatos. No hay que olvidarse que un duque de Lerma, de Olivares, Medinaceli, Alba, etc. etc. etc. no se trasladaban de un pueblo a otro con menos de una escolta, de familiares y servidores, inferior a las 600 personas. Acompañados de carruajes lujosos, mulas y carretas con el bagaje y la intendencia, etc.

Y el tercer tercio era para pagar a los militares aristócratas ( nunca a la tropa) y las armas que usaban para mantener los dominios en Europa (Flandes, Italia, Francia). Dentro de ese tercio entraban las adquisiciones de bienes manufacturados que en España no existían porque la artesanía era muy rústica.
Los aristócratas precisaban de muebles lijosos, vajillas, cristalerías, alfombras, telas para cortinones, telas para caras vestimentas, perfumes, etc. etc.

En los años 1980 para aquí los oros de Europa iban a terratenientes como la Duquesa de Alba y a muchos golfos que compraban fincas para cazar.
Esos oros los administraban los Bancos y les sobraba tesorería de forma que lo prestaban a mansalva.

Y el consumidor se acostumbró a adquirir viviendas de entre 50 y 150 millones de pesetas mediante créditos, así como el carro de la compra se pagaba a crédito con tarjeta, al igual que el coche, los electrodomésticos, la indumentaria, los caprichos electrónicos, etc.

De cada 100 consumidores en un Hiper, 90 pagaban y pagan a crédito.

AHORA ha llegado la gran resaca. Hay que pagar lo necesario para subsistir y devolver a los Bancos todo lo que tan alegremente abonaban a cargo de tarjetas de crédito.

Tellagorri


2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Como le decía a Tellagorri, si no hubiera sido por los fondos FEDER,las millonarias aportaciones de la UE, España no hubiera vivido ese periodo de prosperidad a la sombra del ladrillo.
Se acabaron las gambas y toca mortadela.
Las gambas y el marisco quedan para los sindicalistas y la casta política.

Anónimo dijo...

Estimado D. eugenio:

Gran referencia has realizado de la historia económica de España y como suele suceder, el hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra.

Te enviaré un proyecto que he realizado sobre un asunto financiero que hace referencia al problema actual y te servirá de ayuda.

Un saludo de mi parte, de tu amigo Valentín.