viernes, 12 de febrero de 2010

The Economist

 
 
 
El prestigioso semanario inglés The Economist, ha publicado un interesante artículo muy descriptivo y al propio tiempo muy crítico (como no podía ser de otra manera) con la situación de la economía española.
 
El curioso lector de este blog, podrá encontrarlo en multiples sitios de la red, por ej.:
 
 
Una vez más, en estos desdichados momentos que atravesamos, viene a mi memoria, casi proustiana, la etapa de mi juventud, ya pasada hace tántos años¡, cuando ESPAÑA, todavía gobernada por "el Generalísimo", distaba mucho de ser una democracia; por ello, muchos ciudadanos que pretendían conocer la verdadera situación interna acudían a informarse en la prensa y radio extranjeras; eran los tiempos en que LE MONDE, el TIMES, la BBC, y no digamos "La Pirinaica" se leian y escuchaban mas en ESPAÑA que en su propio pais (exagerando, claro).
 
Los ridículos tópicos con los que entoces se desinformaba al país, se reprducen casi milimétricamente ahora aunque propagados mas eficazmente, eso si, por los nuevos "goebels" y que repiten como un mantra:
conspiración, conspiración, conspiración.
 
Y las diatribas lanzadas contra los medios exteriores, y contra los calificados como antipatriotas disidentes del interior ¿quién no recuerda "el contubernio de Munich", jaleado hasta la saciedad por los medios de entonces?.
 
Todo vuelve, la historia se repite.
 
Pero ESPAÑA  está realmente hoy, como nunca estuvo desde hace muchas décadas, en una situación insostenible.
 
Económicamente, desde luego; la crisis es de una magnitud tan enorme que  los que mandan en la cosa ni quieren verla ni saben apreciarla .
 
Y políticamente tampoco lucen mejores augurios. Se empieza a romper el pais por las provincias vascas y catalanas ¿donde queda aquella famosa UNIDAD DE TODOS LOS HOMBRES Y TIERRAS DE ESPAÑA, que se predicaba en el antiguo régimen? aquéllo pasó a la historia; ésa historia que en sus aspectos más sórdidos habia empazado a olvidarse pero que se ha resucitado por un gobierno que quiere enfrentar de nuevo y de forma irresponsable a los españoles.
 
Este es el escenario; los actores, una compañía de cómicos de tercera categoría, incapaces de representar una obra, cuyo texto, de tragedia, ellos lo interpretan en clave de farsa, con payasadas tan grotescas como las de Mr. Bean que dan como resultado una tragicomedia bufa.
 
El público, ya sin ganas ni de patear, unos por decepcion y otros por hastío, comienzan a abandonar la sala y a abroncar a los cómicos, pricipalmente a su primer actor al cual empiezan a lloverle los tomates sobre el escenario.
 
Desde el proscenio real, SM contempla, serio, preocupado e inane, el lamentable espectáculo. A la salida, con palabras muy medidas, pretende echar un cable de ayuda sugiriendo grandes acuerdos para superar las graves consecuencias del fracaso de una función que nunca debió representarse.
 
F. J.    
   
 
 

1 comentario:

Natalia Pastor dijo...

The Economist no le ha dado esa tregua a Zapatero que si le ha dado el Financial Times y los mercados paar ver si emprende las reformas prometidas.Ha puesto el dedo en la llaga.
Y lo de SM, es de traca.
No dijo nada cuando Zapatero se embarcó en la negociación/claudicación ante ETA, cuando se vilipendiaba y atacaba a las víctimas. Al contrario, respaldó al Iluminado monclovita con un "había que intentarlo".
Ahora habla. Ahora pide un gran pacto de Estado. Antes no importaba que no hubiera consenso en temas trascendentales. Ahora sí.
Patético.
Pero eso sí,Jeugenio:se ha retratado una vez más,por si a algún incauto le quedaban dudas..