domingo, 29 de noviembre de 2009

Asuntos exteriores: España no cuenta en el Vaticano








Cuenta Juan Vicente Boo en Abc que dos mil años de experiencia en cuestiones internacionales dan al Vaticano una superioridad diplomática difícil de igualar. El estado más pequeño del mundo acoge a 180 embajadores -cifra sólo superada por Washington-, lo cual convierte a Roma en una caja de resonancia en asuntos mundiales.
El Papa mantiene una relación directa muy fluida con Barack Obama, Ángela Merkel, Gordon Brown, Nicolas Sarkozy y Ban Ki-moon.
¿Cuales son los «países que cuentan» en el Vaticano? El consenso entre los diplomáticos es casi unánime: «Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña e Italia». La preocupación de París por su menor influencia es lógica ya que Francia, con 31 millones de católicos, ha sido sobrepasada en influencia por Alemania, que tiene 27, e incluso por el Reino Unido, con sólo 8 millones. Según un diplomático vaticano, «Merkel y Brown han cultivado una especial sintonía con el Papa».
En el caso británico juega, además, la personalidad de Francis Campbell, el embajador más joven del Reino Unido y el primer católico nombrado para el cargo desde que Enrique VIII rompió con Roma en 1534.
España dejó de contar en el Vaticano desde que Zapatero echó a perder una relación privilegiada que beneficiaba mucho a España, uno de los países que amaba especialmente Juan Pablo II.
A pesar de los esfuerzos del embajador socialista Francisco Vázquez, España es un cero a la izquierda del que ya casi nadie se acuerda: no colabora en proyectos significativos, no envía visitantes de nivel, no presenta iniciativas, no protagoniza actividades.
El pasado octubre, con motivo de la canonización de cinco nuevos santos entre los que había dos españoles, Bélgica estuvo representada por el Rey Alberto II, Polonia por el presidente Lech Kaczynski, y Francia por el primer ministro François Fillon. Desde España vinieron el ministro Miguel Ángel Moratinos; el vicepresidente de la Generalitat, Carod-Rovira,(ése cretino de la foto, que pretendió mofarse de Jesucristo en el mismísimo Jerusalen colocándose una corona de espinas sobre su hueca cabeza) y un consejero de la Junta de Castilla y León. Éste es el nivel de España.
En estos momentos hay sólo un español, el cardenal Antonio Cañizares, al frente de un dicasterio del Vaticano, donde la presencia española es cada vez menor.
¿Cuál es el secreto de los países «que cuentan» en el Vaticano? En primer lugar, una atención exquisita de sus gobernantes como es el caso de Obama, Merkel, Brown y Sarkozy, quienes cooperan con la Santa Sede en numerosos proyectos. Estados Unidos, en la lucha contra el tráfico de seres humanos; el Reino Unido, en crear fondos de desarrollo; Alemania, en protección del medio ambiente; Francia, en la defensa de los derechos humanos...
Los cuatro países «que cuentan» tienen embajadores de gran personalidad, por ejemplo, el cubano-americano Miguel Díaz, un intelectual de primera clase, ha sido profesor de Teología en varias universidades. El embajador alemán, Hans-Henning Horstmann, fue durante años portavoz del presidente Richard von Weizsaker, entre otros cargos de confianza, y llegó a Roma desde la embajada en Viena. El embajador francés, Stanislas de Laboulaye, ha acumulado una prestigiosa carrera diplomática, incluida la embajada de Moscú, antes de venir a la Ciudad Eterna.
Hace dos semanas, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, y su colega británico, David Miliband, firmaban un artículo conjunto en «L´Osservatore Romano» para limitar el tráfico de armas. Valoran la visibilidad de sus países en el Vaticano, y apuestan por mantenerla.
No es de extrañar por consiguiente  esta pérdida de influencia y mala relación del gobierno de ESPAÑA “contra” el VATICANO; es justamente el resultado de una nefasta política religiosa que desarrolla Zapatero,  empeñado en “meter un dedo el ojo” de la Iglesia con sus leyes contra la familia creando el matrimonio homosexual, el divorcio express y la muy reciente sobre el aborto libre como derecho de la mujer; sin olvidar la ley  de educación para la ciudadanía que pretende adoctrinar a los niños en los principios del más puro  agnosticismo socialista..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena información. Ahora sabemos que el Gobierno de ZP (que no España) cada vez cuentan con menos influencia en todas las partes del Mundo en donde hay Poder.

Han transformado al Estado español en un país de chichimundi que tiene relaciones con aquellos que le sacan euros y luego se rien de la pandilla gobernante aquí.