El santuario histórico de Machu Picchu, símbolo de la cultura inca, es uno de los monumentos arqueológicos más importantes del mundo. En 1983, fue declarado Patrimonio de la Humanidad y, desde entonces, miles de personas visitan cada día las ruinas de esta ciudad. El feroz circo montado entorno a los restos incas, créanme señores, implica mucho, mucho dinero. Pero, sin duda, merece la pena.
Si sólo dispones de un día para visitar Machu Picchu desde Cuzco, resígnate, tendrás que utilizar el tren y gastarte la friolera de 120 dólares estadounidenses. Mucho dinero si sabes que en Perú puedes dormir por tres dólares y medio y comer bien por dos. Si dispones de más tiempo, cuentas con otras opciones.
Muchos turistas deciden hacer el Camino del Inca, un recorrido por la selva de cinco días que te acerca poco a poco al paraje incomparable de la Cordillera Vilcabamba, en la que se encuentra Machu Picchu. Dos inconvenientes pueden frenar al viajero que se decida por el Camino: se debe reservar con meses de antelación y su precio oscila entre los 350 y los 400 dólares. Sin embargo, la mayoría de los peruanos coincide en que esta es la mejor forma de conocer los restos arqueológicos.
De todos modos, si tu presupuesto escapa a esta alternativa u olvidaste realizar la reserva, puedes hacer el 'jungle trail'. Son cuatro días caminando por una vía inca diferente y el precio ronda los 160 dólares. Una parte del recorrido de esta ruta consiste en recorrer a pie un tramo que sólo puede hacerse en tren para llegar hasta Aguas Calientes, pueblo desde el que se accede a Machu Picchu.
Es curioso que el monopolio de ese trayecto lo tengo una única empresa ferroviaria. También es curioso que solamente se pueda llegar en tren. Y más curioso todavía es que la empresa abuse como lo hace de esta exclusividad que le permite cobrar a los turistas un tramo de 12 kilómetros a 40 dólares. Resultado: Cada vez más jóvenes que desean conocer la ciudad inca realizan este trayecto caminando.
Si te sigue pareciendo excesivo 160 dólares, aún queda otra opción para llegar a Machu Picchu y conocer parte de la cordillera que le da cobijo. Viaja en bus hasta Santa María y después vete hasta Santa Teresa por los caminos que atraviesan las montañas. De ahí, en un mini bus se puede llegar hasta dónde comienzan las vías del tren que conduce a Aguas Calientes. Y de nuevo, a caminar. La vegetación y el río Urubamba se prestan para hacer de estas caminatas una delicia. No tengas miedo de la cantidad de kilómetros. Eso sí, muévete por la selva siempre con guía. Nosotros contratamos a uno excelente, Fabricio Flores Cusi. No sale muy caro e irás más seguro.
Hagas lo que hagas -cualquier opción es buena dependiendo de cada viajero y su bolsillo- infórmate en varias agencias antes de decidirte: el precio es muy variable. Por supuesto, los itinerarios de varios días para alcanzar el Machu Picchu convierten esta maravilla arquitectónica en un lugar aún más impresionante. Conocer ese entorno, combinación de selva alta y valles, aumentan las expectativas del visitante a través de un paisaje fantástico propicio para el misterio.
Una vez en Machu Picchu, nadie queda decepcionado con esta construcción que logra un equilibrio perfecto mimetizándose con las cumbres de Vilcabamba. Ubicada en una cima a más de 2.000 metros de altitud, la ciudad inca aguanta los envites de los turistas custodiada por las ruinas religiosas de un pico más elevado: el Huayna Picchu.
(Del diario El Mundo, 13/05/09)
No hay comentarios:
Publicar un comentario