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miércoles, 18 de marzo de 2009
TODOS CONTRA EL ABORTO
DESDE ESTE BLOG SE APOYA LA CAMPAÑA DE LOS OBISPOS
6 comentarios:
Anónimo
dijo...
Por supuesto que hay una gran mayoria entre la que me encuentro que estamos en contra del aborto. En España precisamos un plan de ayuda a las embarazadas que hagan imnecesario su sometimiento a un medio tan agresivo para la madre y el nasciturus como es el aborto, incluyendo los medios necesarios para acoger a los recien nacidos y modificación de las leyes para facilitar la adopción. Con una sola vida que vea la luz gracias a la adopción de medidas de este tipo, quedará justificado el esfuerzo necesario para su implementación. Todos nos sentiremos mejores
Totalmente de acuerdo, amigo efhaha; si a este gobierno, de verdad le preocupara la situación de la mujer, impulsaría medidas de apoyo a la futura madre. De esta forma no solamente vería la luz una sola vida, sino seguramente muchas mas de entre las más de CIEN MIL que mueren asesinadas en las clínicas abortistas españolas, que han consiguido el dudoso record de ser ya, con la ley actual, las más activas de Europa.
Este atrabiliario Gobierno pretende trasladar la idea de que, con la reforma de la Ley del aborto, vela por la causa feminista, de que ofrece una especial defensa y protección a este sexo -ahora convertido en género-, de que logra un avance y un progreso reclamados por la sociedad. Obvia el sufrimiento de la mujer que se ve abocada al aborto, no estableciendo salidas a su situación, no creando vías de apoyo, que serían lo verdaderamente feminista: hacer todo lo posible para que pueda desarrollar su maternidad. Obvia la cadena perpetua que supone para la mujer que aborta el horrendo eco de su conciencia. A falta de argumentos y logros del Ejecutivo de Zapatero en cualquier orden acude de nuevo al recurso ideológico. Busca la interpolación de un abismo infranqueable entre posiciones. No cabe la aceptación parcial. Se han lanzado desaforados contra la campaña presentada e impulsada por la Conferencia Episcopal. El ministro Alonso la tacha de demagógica y extremista (¡ay, la viga!) y pregunta si quieren el encarcelamiento de mujeres que aborten (¿ha habido alguno acaso?).
Gracias NATALIA por tus siempre atinados comentarios. Este gobierno de inútiles y malintencionados politicastros socialistas pretende, además, encubrir sus fracasos en la gestión económoca de la crisis con planteamientos tan burdos y soeces como el del crimen asistido, las andanzas del juez-conferenciante y perseguidor de sus enemigos políticos, etc. Pero no caeremos en su trampa y denunciaremos TODAS las tropelías que están cometiendo asi como el incremento incontrolable del PARO.
Si, aparte de la Constitución, buscamos alguna norma que podamos considerar como básica, en el sentido de ser de utilización general y de aplicación constante en la vida diaria, esa norma es el Código Civil.
El Código civil solo dedica seis artículos a “Las personas naturales”, aunque naturalmente en un lugar preeminente.
El primero de dichos artículos dice: “Articulo. 29. El nacimiento determina la personalidad, pero el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo siguiente” (estas condiciones son dos: tener figura humana y vivir veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno)
Recordaba este artículo de las clases de Don Federico de Castro, pero he comprado una edición reciente porque uno no puede fiarse del cambio legislativo, más peligroso que el climático de momento. Y el artículo, felizmente, sigue vigente.
Si está vigente, resulta que al feto se le tiene que tener por nacido para todos los efectos que le sean favorables. Y uno de ellos, sin duda es el de sobrevivir por encima de las decisiones ajenas, incluida la de su madre, o su gestante. De manera que habría que corregir ese artículo 29. Lo más directo sería el agregar un inciso “salvo que la madre decida abortar”.
Curiosamente sería el único supuesto en el que depende de una persona la continuidad de los derechos de otra. No es gratuito el que hayan comenzado a hablar de que el feto es un tejido de la madre.
El artículo 29 del Código civil tenía fundamentalmente en mente (los legisladores, claro) las situaciones sucesorias .aunque no eran las únicas-. Un hijo póstumo no podía de dejar de ser heredero de su padre premuerto. En otro orden, por ejemplo, Alfonso XIII no hubiera sido rey. Aunque bajando de nivel, podríamos entrar hasta en problemas arrendaticios. Con ello se da entrada a la posible presencia de intereses extraños en el aborto.
Volviendo al principio: ¿no le es favorable al feto que se le repute como nacido? Sería entonces su muerte provocada un asesinato (no un simple homicidio).
El derecho civil es una rama jurídica muy apegada al suelo, muy distante de las proclamaciones grandielocuentes. Con su artículo 29 está defendiendo que el hijo pueda, aunque sea póstumo y más sin serlo, disfrutar de la educación y tutela que le deben sus padres, de ser persona, de vivir en suma, de la muerte que llega al final de la vida pero no antes.
6 comentarios:
Por supuesto que hay una gran mayoria entre la que me encuentro que estamos en contra del aborto.
En España precisamos un plan de ayuda a las embarazadas que hagan imnecesario su sometimiento a un medio tan agresivo para la madre y el nasciturus como es el aborto, incluyendo los medios necesarios para acoger a los recien nacidos y modificación de las leyes para facilitar la adopción.
Con una sola vida que vea la luz gracias a la adopción de medidas de este tipo, quedará justificado el esfuerzo necesario para su implementación. Todos nos sentiremos mejores
Totalmente de acuerdo, amigo efhaha; si a este gobierno, de verdad le preocupara la situación de la mujer, impulsaría medidas de apoyo a la futura madre. De esta forma no solamente vería la luz una sola vida, sino seguramente muchas mas de entre las más de CIEN MIL que mueren asesinadas en las clínicas abortistas españolas, que han consiguido el dudoso record de ser ya, con la ley actual, las más activas de Europa.
Este atrabiliario Gobierno pretende trasladar la idea de que, con la reforma de la Ley del aborto, vela por la causa feminista, de que ofrece una especial defensa y protección a este sexo -ahora convertido en género-, de que logra un avance y un progreso reclamados por la sociedad.
Obvia el sufrimiento de la mujer que se ve abocada al aborto, no estableciendo salidas a su situación, no creando vías de apoyo, que serían lo verdaderamente feminista: hacer todo lo posible para que pueda desarrollar su maternidad.
Obvia la cadena perpetua que supone para la mujer que aborta el horrendo eco de su conciencia.
A falta de argumentos y logros del Ejecutivo de Zapatero en cualquier orden acude de nuevo al recurso ideológico. Busca la interpolación de un abismo infranqueable entre posiciones.
No cabe la aceptación parcial.
Se han lanzado desaforados contra la campaña presentada e impulsada por la Conferencia Episcopal. El ministro Alonso la tacha de demagógica y extremista (¡ay, la viga!) y pregunta si quieren el encarcelamiento de mujeres que aborten (¿ha habido alguno acaso?).
Yo pensé que sería muy difícil estar de acuerdo con esperanza aguirre en algo, pero ella sentencia muy bien la polémica del aborto: ES UN FRACASO
Gracias NATALIA por tus siempre atinados comentarios. Este gobierno de inútiles y malintencionados politicastros socialistas pretende, además, encubrir sus fracasos en la gestión económoca de la crisis con planteamientos tan burdos y soeces como el del crimen asistido, las andanzas del juez-conferenciante y perseguidor de sus enemigos políticos, etc.
Pero no caeremos en su trampa y denunciaremos TODAS las tropelías que están cometiendo asi como el incremento incontrolable del PARO.
Si, aparte de la Constitución, buscamos alguna norma que podamos considerar como básica, en el sentido de ser de utilización general y de aplicación constante en la vida diaria, esa norma es el Código Civil.
El Código civil solo dedica seis artículos a “Las personas naturales”, aunque naturalmente en un lugar preeminente.
El primero de dichos artículos dice: “Articulo. 29. El nacimiento determina la personalidad, pero el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo siguiente” (estas condiciones son dos: tener figura humana y vivir veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno)
Recordaba este artículo de las clases de Don Federico de Castro, pero he comprado una edición reciente porque uno no puede fiarse del cambio legislativo, más peligroso que el climático de momento. Y el artículo, felizmente, sigue vigente.
Si está vigente, resulta que al feto se le tiene que tener por nacido para todos los efectos que le sean favorables. Y uno de ellos, sin duda es el de sobrevivir por encima de las decisiones ajenas, incluida la de su madre, o su gestante. De manera que habría que corregir ese artículo 29. Lo más directo sería el agregar un inciso “salvo que la madre decida abortar”.
Curiosamente sería el único supuesto en el que depende de una persona la continuidad de los derechos de otra. No es gratuito el que hayan comenzado a hablar de que el feto es un tejido de la madre.
El artículo 29 del Código civil tenía fundamentalmente en mente (los legisladores, claro) las situaciones sucesorias .aunque no eran las únicas-. Un hijo póstumo no podía de dejar de ser heredero de su padre premuerto. En otro orden, por ejemplo, Alfonso XIII no hubiera sido rey. Aunque bajando de nivel, podríamos entrar hasta en problemas arrendaticios. Con ello se da entrada a la posible presencia de intereses extraños en el aborto.
Volviendo al principio: ¿no le es favorable al feto que se le repute como nacido? Sería entonces su muerte provocada un asesinato (no un simple homicidio).
El derecho civil es una rama jurídica muy apegada al suelo, muy distante de las proclamaciones grandielocuentes. Con su artículo 29 está defendiendo que el hijo pueda, aunque sea póstumo y más sin serlo, disfrutar de la educación y tutela que le deben sus padres, de ser persona, de vivir en suma, de la muerte que llega al final de la vida pero no antes.
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