El día 20 de diciembre de 1973 falleció víctima de un criminal y aparatoso atentado el Almirante Luis Carrero Blanco; han pasado pues 35 años de la muerte del que fuera primero y último Presidente del Gobierno con Franco. Hoy día muy pocos españoles recuerdan ni apenas saben quién fue este personaje, cuyas acendradas virtudes morales y religiosas destacan, hoy más que nunca, en un entorno en el que la ausencia de principios y valores es la característica que define a la mayoría de nuestros políticos.
Es interesante recordar, tanto su figura de hombre honesto y fiel a su conciencia, como la indudable trascendencia de su obra en su 35º aniversario.
Luis Carrero Blanco nació en Santoña (Santander) el 3 de marzo de 1903. Ingresó en la Escuela Naval en 1918 y tomó parte en la campaña de Marruecos de 1924-1926. Al producirse el Alzamiento Nacional y huyendo de ser ejecutado por milicias republicanas se refugió en las embajadas de Méjico y Francia, hasta que en junio de 1937 consiguió evadirse a la zona nacional. Sirvió de enlace naval del Ejército del Norte con el general Dávila, mandando el destructor “Huesca” y el submarino “Sanjurjo” y desempeñó la Jefatura de Operaciones del Estado Mayor de la Armada en 1939. En 1940 fue nombrado subsecretario de la Presidencia del Gobierno, que desde 1951 tuvo categoría de ministro. El 22 de julio de 1967 fue nombrado vicepresidente del Gobierno. El 8 de junio de 1973 fue nombrado Presidente del Gobierno. El 20 de diciembre de 1973 fue asesinado por la banda terrorista vasca ETA en la calle Claudio Coello de Madrid mediante una bomba colocada en el subsuelo y que hizo volar su coche unos 20m. sobre el suelo hasta caer en la terraza del convento de los padres jesuitas de la calle Maldonado nº 1. Escribió varios libros, entre ellos: “España y el mar”, “Arte naval militar”, “Victoria del Cristo de Lepanto” con el que ganó el Premio Nacional de Literatura. Bajo el seudónimo de “Juan de la Cosa”, publicó “Gibraltar, Comentarios de un español”., así como varios ensayos principalmente sobre temas navales y de pensamiento político; no se tiene noticia de que haya escrito sus memorias.
Su influencia en la vida política y administrativa dentro del régimen franquista fue trascendental aunque en esta breve reseña biográfica se van a exponer solamente tres de sus más importantes intervenciones como “eminencia gris” del Caudillo:
1.- Memorandum aconsejando la NO intervención de España en la II Guerra Mundial.
2.- Planes de Estabilización de la economía y de Desarrollo.
3.- Nombramiento de Juan Carlos de Borbón como Príncipe de España y heredero a título de Rey.
1.- Poco tiempo después de la entrevista que mantuvieron Franco y Hitler, el 23 de octubre de 1940 en Hendaya, el embajador alemán en Madrid, el barón Eberhard Von Stohrer, comunicó a Ramón Serrano Suñer, ministro de Exteriores español, el deseo del Führer de reunirse con él en el “Nido del Águila” su residencia en Berchtesgaden, con la intención de presionar al Gobierno español para su entrada en la guerra. Según relata el propio Serrano Suñer en su libro Entre Hendaya y Gibraltar: “Quedó decidido el viaje, mas antes pedí la celebración de una reunión con los ministros militares del Gobierno. Asistimos a la reunión, que presidió el Generalísimo, los generales Vigón y Varela, el almirante Moreno y yo. España no podía ni debía tomar parte en la guerra”
A aquella histórica cita con Adolf Hitler, el ministro español acudió con los argumentos que el Alm. Moreno, ministro de Marina, había llevado a la reunión de los jefes militares y el Caudillo, en los que se expresaban las dificultades navales, pero ante todo económicas y logísticas, que la beligerancia supondrían para España.
Pues bien, el origen de la posición defendida por el Alm. Moreno se remonta al 10 de noviembre de 1940, cuando el ministro de Marina, preocupado por la trascendencia del momento, llamó al Capitán de Fragata Luis Carrero Blanco, Jefe de Operaciones del Estado Mayor de la Armada, y le pidió que redactase una nota informativa para ser expuesta a la consideración de la Junta.
Durante largo tiempo comentaron ambos marinos los pros y contras de tan grave decisión, a la cual se oponían francamente por considerarla perjudicial a los intereses de España. Aquella misma noche el Capitán de Fragata Carrero, redactó en su casa el informe, que presentó al ministro a la mañana siguiente. Salvador Moreno lo aprobó y lo firmó inmediatamente y con él acudió a la reunión presidida por Franco.
Resulta evidente que los argumentos expuestos en el escrito influyeron poderosamente en la decisión del Caudillo de mantener la neutralidad española. Franco preguntó, finalizada la reunión, quién había sido el redactor de la nota, y el ministro contestó, sin restar los méritos a su subordinado: “Mi jefe de Operaciones, el Capitán de Fragata Carrero Blanco. Fue este el comienzo de la carrera política de Carrero que de imediato se convirtió en la mano derecha del Caudillo y en su más directo y fiel colaborador..
2.- La economía española estaba atravesando una gran crisis desde mediados de 1.956 sometida a una espiral inflacionista junto con una enorme deuda externa, agotamiento de divisas,y parálisis de la actividad comercial e industrial, por lo que se imponía un cambio total en la política económica seguida hasta ese momento; para afrontar esta gravísima situación, el Caudillo realizó una importante crisis ministerial en febrero de 1.957,con la entrada en el gobierno de dos ilustres y capacitados personajes: Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio que conjuntamente con el equipo dirigido por López Rodó en la Secretaría General Técnica de la Presidencia iniciaron la gestación de un ”Plan de Estabilización” que sentaría las bases de todo el saneamiento económico primero y el desarrollo industrial de España después. La influencia y directrices de Carrero Blanco, como siempre actuando de forma eficaz y silenciosa, fue la impulsora de todo esta actividad y quien con su autoridad y ascendencia ante el Caudillo logró sacar adelante el Plan de Estabilización que lógicamente encontró muchas dificultades en su aplicación pero que sentó las bases para el saneamiento y la modernización de la vida española en general; los posteriores Planes de Desarrollo abrieron al exterior la economía española propiciando la posibilidad de un acuerdo preferencial con la Comunidad Económica Europea que negoció brillantemente Ullastres en Bruselas yse firmó pocos años después resultando enormemente ventajoso para España y abriendo la puerta al Tratado de adhesión al Mercado Común firmado ya en los ochenta en plena democracia.
3.- El 27 de Noviembre de 1.966, las Cortes aprueban la Ley Orgánica del Estado (L.O.E) que posteriormente en diciembre del mismo año se somete a referéndum y es clamorosamente aprobada por el 95% de los votantes y con una participación del 85% del censo.La gestación de esta Ley fue muy difícil y laboriosa por las múltiples resistencias que oponían significados sectores del régimen; en la redacción final de esta ley y su promulgación llevo la voz cantante Carrero Blanco junto con su equipo en la Presidencia dentro del cual destacaba el que más tarde fue Comisario del Plan de Desarrollo y ministro Laureano López Rodó.
Sin embargo esta LOE no terminó de despejar las incógnitas sucesorias dado que no explicitaba la persona concreta del sucesor; en efecto, quedaba abierta la posibilidad , aunque en papel supletorio, de nombrar un regente o bien algún otro pretendiente de estirpe regia.
Ello dio lugar a una multitud de intrigas y tensiones en las que se vieron envueltas todas la familias del régimen: por una parte los partidarios de un regente identificados con los falangistas; los partidarios de Dº Juan de Borbón; los carlistas de Dº Javier y por último las fuertes presiones del entorno familiar de El Pardo, que verían con gran satisfacción la sucesión en la persona de Don Alfonso de Borbón y Dampierre casado con la nieta del Caudillo. Todas estas intrigas quedaron resueltas definitivamente gracias a la incesante actividad de Carrero y su equipo, cuando en 22 de julio de 1969 Franco nombró sucesor al Príncipe Juan Carlos de Borbón que se convertiría en Rey cuando se cumplieron las eufemísticamente llamadas previsiones sucesorias.
Quedan aquí, pues, expuestas tres trascendentales intervenciones de Carrero Blanco en la vida política española entre 1940 y 1973. Su asesinato cambió de forma radical la transición española tal y como estaba pensada por Franco: “todo quedará atado y bien atado”; nadie duda que con el Almirante Carrero como Presidente del Gobierno todo hubiera sido distinto; ¿mejor? ó ¿peor? nadie podrá demostrarlo ni tampoco ése ejercicio conduciría a nada positivo. El hecho incontrovertible es que su asesinato dio lugar al comienzo de una nueva etapa de la Historia de ESPAÑA. D. E. P.
FJ (F. Javier de Carlos)
Madrid, 18 de diciembre de 2.008
1 comentario:
Un hombre cabal
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